¿Qué es y por qué debe importarnos la Economía del Conocimiento?

Cuando escuchamos el término economía, es inevitable pensar en palabras como dinero, riqueza, gasto o bienestar.Por definición y uso, la economía es, según la perspectiva del economista inglés Adam Smith, considerada como una rama de la ciencia del estadista o del legislador que propone dos objetivos:

1) proporcionar a la gente ingresos abundantes;

2) proveer al estado o a la comunidad de ingresos suficientes para los servicios públicos.

Así, la economía era vista como el medio para obtener dinero que sirviera para satisfacer deseos y necesidades en el corto plazo. También, en ocasiones, en el mediano y largo plazos. Sin duda, un concepto que, salvo algunas variantes sustanciales, se mantuvo así hasta finales del siglo XX.

Economía+conocimiento: hacia un nuevo enfoque

Casi 200 años después, en la década de los ochenta, comenzaron a replantearse los distintos conceptos llanos sobre la economía. Hacia finales de ésta, Robert Lucas y Paul Romer, teóricos-económicos, asumieron que hay externalidades positivas como la educación, la capacitación y la investigación, esenciales para alcanzar un desarrollo sostenido. Ya no solamente se tomaban en cuenta factores como la producción masiva y la acumulación de riqueza para lograrlo.

Así, en 1996, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), acuñó el término Economía del Conocimiento, para el conjunto de países industrializados en los que se reconoció al conocimiento como el factor clave del crecimiento económico. Es decir, comenzaba a dejarse de lado el paradigma de que todas las economías estaban basadas en la producción material y la ganancia monetaria.

Pero…¿cómo debemos entender la Economía del Conocimiento?

Este tipo de economía tiene su esencia en la creación, difusión y uso del conocimiento. ¿Para qué? Para ayudar al crecimiento económico de largo plazo de cualquier sociedad.

Este tipo de economía, a diferencia de la de producción, tiene en el conocimiento a su activo más importante. A decir del Banco Mundial, se basa en cuatro pilares:

1. La base educativa y de formación y capacitación nacional: La fuerza de trabajo deber estar integrada por trabajadores califcados y educados, capaces de actualizar y adaptar sus habilidades para crear y utilizar el conocimiento de forma eficiente.

2. Infraestructura de acceso a la información y las telecomunicaciones: Una moderna y adecuada infraestructura de información facilitará la comunicación, difusión y procesamiento de la información y el conocimiento.

3. El sistema de innovación: Un eficaz sistema de innovación está compuesto por empresas, centros de investigación, universidades, consultores y otras organizaciones que generan nuevos conocimientos y tecnología. Además, aprovechan el creciente stock de conocimiento global y los asimilan para adaptarlo a las necesidades locales.

4. Los marcos institucionales, de gobierno y negocios: El régimen institucional del país, y el conjunto de incentivos económicos que genera, deben permitir la movilización eficiente, así como la eficaz asignación de recursos, estimular el espíritu empresarial e inducir la creación, difusión y el uso eficiente del conocimiento.

PCCyC es igual a conocimiento

Así, la Economía del Conocimiento busca que la innovación y el conocimiento, antes que los elementos de producción y dinero se involucren, generen nuevos conocimientos e ideas que terminen siendo productos y organizaciones con las aptitudes necesarias para impulsar el desarrollo. Terminado ese proceso, ahora sí puede hablarse de un bienestar sostenido, que forme parte del ecosistema empresarial y productivo de cualquier sociedad.

Ese es precisamente el ADN de Pachuca Ciudad del Conocimiento y la Cultura: ser ese espacio donde la innovación, el conocimiento y la tecnología, hagan sinergia y sean la piedra angular para que las ideas se conviertan en proyectos productivos que beneficien la vida de miles de personas.

Además, ayudar a conformar una verdadera sociedad del conocimiento, donde el intercambio de ideas ayude a que la sofisticación del conocimiento permee en las actividades económicas y sociales de México.

Referencia bibliográfica: Sánchez, C. y Ríos, H. (2011). La economía del conocimiento como base del crecimiento económico en México. Enl@ce Revista Venezolana de Información, Tecnología y Conocimiento, 8 (2), 43-60